unha semana en Río Celeste

Xa facía tempo que non vos contaba nada, eh?
Pero teño excusa, porque a semana pasada paseina na comunidade de Río Celeste, traballando e vivindo cunha familia.
A experiencia foi incríbel, aprendín unha chea de cousas e agora podo dicir que coñezo dende máis preto a realidade do rural costarricense.

Río Celeste es una pequeña comunidad situada al norte del país. Incluso en los días en los que el cielo nos da un poco de tregua y se despejan las nubes, es posible ver Nicaragua y el Lago Nicaragua desde las partes más altas de la comunidad. Está situada en la montaña, al lado del Volcán Tenorio, por eso la temperatura es bastante más baja que la que estamos acostumbradas a tener aquí en Cuestillas. Y llueve mucho.
Allí las calles no están asfaltadas y se montan unos barrizales increíbles... te llega el barro hasta la rodilla. De hecho, la gente anda con catiuscas todo el tiempo (como si fueran a pescar).

La comunidad vive principalmente de la agricultura y de la ganadería, hay muchos pastos donde comen los animales y en cada casa hay gallinas, chanchos y una peqeña huertita que sirve de autoabastecimiento a la familia.
El cultivo estrella es la piña, hay campos enormes de piña, aunque también se pueden ver campos de yuca.
Y sabéis que??? La piña no sale de una palmera! (sií, mi ignorancia no tiene límites). Salen de plantas individuales con hojas como las de la propia piña pero más largas y mucho más puntiagudas. Pincha mucho y la gente que trabaja en el campo en cultivos de piña tienen los brazos marcados y llenos de cicatrices debido a los cortes y arañazos de sus hojas. Pues sí, señoras y señores, son unas plantas de un metro de altura más o menos y en el centro, en el corazón nace la piña.Y lo que se planta para que nazca una planta de piña es la parte de arriba de la fruta, las hojas verdes y duras. Que cosas...


Ahora en esta comunidad, un grupo de vecinas y vecinos crearon una asociación mediante la cual ofrecen tours de turismo rural comunitario, como una manera de crear puestos de trabajo en el campo y fuentes de ingreso adicionales a las familias campesinas. Este trabajo lo están desarrollando gracias a la ayuda de Jazon (la asociación con la que estamos nosotras). Ellos les dan la información que necesitan y les apoyan y ayudan, ya que esta gente no tiene la menor idea del funcionamineto del mercado turístico. Pero son las familias las encargadas de preparar los tours. Ahora mismo están preparando un tour en el que l@s turistas pueden aprender a ordeñar vacas y preparar queso, ver un jardín de orquídeas, pasear por un bosque vírgen hasta encontrar un manantial natural, conocer cómo se cultiva la piña, pescar tilapias y ver cómo un grupo de mujeres trabajan en un pequeño taller de costura y artesanía.
Es algo muy completo y muy interesante, porque l@s turistas y las familias se relacionan directamente. De hecho, duermen y comen con las familias, en sus casas. No sólo se trata de un tour en el que ven cosas, sino que tienen la oportunidad de integrarse totalmente en la vida campesina (y que no se despisten que los ponen a regar la huerta...je, je).
Y sabéis que? Son las mujeres las que más están impulsando este proyecto, las que están asumiendo más responsabilidades y las que de alguna manera están haciendo posible que se lleve a cabo.


Pues nuestro trabajo allí consistió en visitar cada una de las casas que ofrecen hospedaje, hacer fotos (porque aún las están preparando) y diseñar un plano en el que se indican las casas, las etapas del tour y las partes del pueblo.
El trabajo fue muy bien, pero la experiencia fue mucho mejor. Nuestra familia es encantadora. Ania e Isaí nuestros papás y Miguel (su hijo de 20 años) nuestro hermano.
Nos recibieron como si fuéramos sus propias hijas y pudimos aprender muchísimas cosas. Isaí nos explicó cómo se cultiva la piña y Ania nos enseñó a cocinar un montón de platos típicos como los chicharrones (carne y tocino de cerdo).
Además, la semana que pasamos con ell@s fue de lo más completa...
El primer día nos pasearon por todo el pueblo para conocer bien la zona. La comundad está compuesta por bastantes vecin@s pero viven bastante desperdigados, ya que el pueblo tiene una extensión bastante grande.


En nuestra casa el segundo día mataron un cerdo (que para no herir sensibilidades evito poner ninguna foto, je, je). Y al día siguiente mataron un ternero porque era el primer cumpleaños de la nieta de Isaí. Imaginaos: un ternero entero para la fiesta...
Allí las parejas se crean muy jóvenes. La mamá de Melanie (la nenita del cumpleaños) tan sólo tiene 19 años y es de las mayores. Es normal conocer niñas de 17, 18 años con bebés. Evidentemente hay mucha población infantil, pero no creo que sea por un poblema de mala educación sexual.

Melanie y sus jovencicos aitas

Y en el cumpleaños no veáis cómo nos pusmos de comer... y de bailar!!



Y el machismo es una muy mala costumbre que también está bastante arraigada. En el cumpleaños de Melanie conocimos a una parte grande de la familia, entre ell@s una prima de 17 años que acababa de dejar a su novio, con el que estaba viviendo, porque él no la dejaba estudiar ni salir con sus amigas. Y casos como este son muy, muy comunes en la sociedad tica y mucho más peligrosos en las zonas rurales. El patriarcado sigue reinando en las comunidades campesinas y las chicas jóvenes nos hacían preguntas del estilo: ¿Y tu novio te deja salir?
Otra cosa que les sorprende muchísimo es cuando nos preguntan de qué religión somos y respondemos que de ninguna, que no somos creyentes. Al principio piensan que lo decimos de broma (incluso la gente joven). Porque aquí la religión es muy importante. De hecho, en Costa Rica la religión oficial es el catolicismo, pero aún así muestra uno de los porcentajes más bajos de América Latina en número de católicos, porque son muchas las otras religiones que también se practican. Sólo en Río Celeste había tres iglesias: la católica, la evangélica y la de Testigos de Jehová.
Y sí, para ell@s no ser creyente es como para nosotr@s no estar alfabetizad@: impensable.


Pero en lo que nos dan una lección las zonas rurales de Costa Rica (o muchas de ellas) es en educación medioambiental. Las comunidades reciben muchos cursos (o capacitaciones como les llaman aquí) sobre tratamiento de residuos, reciclaje, reutilización... En la casa en la que vivíamos nosotras no se genera ningún tipo de basura: la orgánica se utiliza como abono, el cristal se reutiliza para cerrar las huertas y el papel, cartón y el poco plástico que se utiliza se recicla o se quema en la cocina de leña.
Porque sí... la cocina era de leña...
mmmmmm... que comida más rica nos preparaba Ania.
En esta semana realmente aprendí las costumbres alimenticias de Costa Rica. Por la mañana, cuando se levantan (a eso de las 5 o 6 de la mañana) comen gallo pinto, que es un revuelto de arroz y frijoles con huevo, salchicha, un poco de pollo o plátano.


A eso de las 9 o 10 toman un poco de café y a las 11.30 o 12 es la hora de la comida. Para comer (y también cenar) se comen casados. El casado es una especie de plato combinado en el que el fuerte del plato es el aroz y los frijoles (por separado, no como en el gallo pinto). Se pueden acompañar también con yuca, picadillo, plátano frito, tortillas de maíz... El casado puede ser de carne de res (vaca), cerdo, pollo o pescado. Pero esto viene en muy poca cantidad. No es como nosotr@s, que si comemos pescado o carne lo acompañamos con patatas o ensalada, pero el pescado o la carne en gran cantidad. Aquí no, en el casado te ponen un pedacito pequeño y mucho arroz y muchos frijoles.
Y arroz y frijoles todos los días.


Y que más... pues que hice muchas cosas: montar a caballo, ir al bosque a recoger semillas para hacer collares, vi serpientes, tucanes, colibríes, iguanas... y por supuesto revolucionamos el pueblo, que hasta se paseaban los mozos por delante de la casa para vernos (supongo que más bien para ver a Mira: rubia, de ojos verdes y bien guapa)

Nuestra casa

Y el domingo nos fuimos con la gente de Jazon a hacer un tour por Río Celeste (dentro del paque nacional Volcán Tenorio). Pero más bien no os voy a contar nada porque llovía a mares, nos pusimos como pitos y a penas se observaba el fenómeno del teñido de aguas. Porque Río Celeste se llama así porque en un punto del curso del río, éste se vuelve de color celeste debido a la catidad de materiales y minerales que proceden de las entrañas del Tenorio. Es un espectáculo precioso y el río tiene una cascada lindísima, pero claro, con la lluvia y el frío que hacía a penas se podía disfrutar. Pero como dijo Eva Perón, volveré y seré millones, je, je y os lo contaré todo.
Lo que sí pudimos disfrutar fue de una caminata preciosa, eso no te lo estropea ni el mal tiempo que hacía, el sonido de las aves, los colores, la vegetación: helechos gigantes, palmeras, más de mil especies de árboles... Y una cosa muy curiosa, en algunas rocas del camino, se abrían agujeros de los que salía un vapor calentísimo procenente del interior del volcán. Alucinante.


Y conocí cómo vive realmente una familia de Costa Rica, ahora siento que empiezo a conocer este país, y vea, hasta se me está empesando a pegar el asento tico.

Ya para despedirme un episodio más de las cosas que me hacen gracia de l@s tic@s: confunden Austria con Australia. Y no saben muy bien donde está niguno de los dos.

beijos